Humildad-Sinceridad parte 1

1 Juan 4:7-9 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.”

Pienso que la humildad y la sinceridad están muy ligadas;¿Te ha pasado que quieres decir algo sin ocultar nada, sin caretas, solo mostrar lo que tu corazón siente sin espada amenazante y sin escudo en el, empiezas a hablar y sientes ese nudo en la garganta y tus ojos empiezan a derramar lagrimas, porque no eres tú quien habla, sino tu boca se mueve al son de lo que su corazón piensa? 

Te vienen pensamientos de que estas quedando mal frente a tus oyentes pero no te importa porque tu corazón grita más fuerte queriendo soltar un peso y liberarse. En efecto lo logra, pues la confesión nos libera... Te has humillado y a pesar de que no toda la gente le importe, DIOS te ha escuchado y te ha liberado si lo hiciste con sinceridad.

Salmo 32:3,4 "Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió con mi gemir durante todo el día; porque día y noche tu mano pesaba sobre mi; mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano"

I Juan 1:8"Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros" 



Salmo 39:2"Enmudecí y callé; guardé silencio aun acerca de lo bueno, y se agravó mi dolor"



Lamentaciones 1: 20."Mira oh Señor, que estoy angustiado, hierven mis entrañas, mi corazón se revuelve dentro de mí, porque he sido muy rebelde. En la calle la espada mata, en la casa es como la muerte" 

Dios conoce todo lo que por temor o vergüenza no quieres decirle. Confesarlo té acerca a Él, te sientes perdonado y te liberas del temor al castigo.

La confesión debe hacerse por la propia voluntad, con corazón dispuesto, humillado y arrepentido. Con el firme propósito de no volver a caer.

Si has confesado tus pecados, estás arrepentido, dispuesto a cambiar eres perdonado por Dios, por tanto debes aprender a perdonarte a ti mismo.

Tu justificación y perdón viene del Señor; no debes escuchar tu voz interior de condenación; ni a voz de tu prójimo. Escucha solo la voz de Dios, que te habla en su palabra...

Isaías 54:17.

" Ningún arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se alce contra ti en juicio. Esta es las herencia de los siervos del Señor y su justificación viene de mi" 

Que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo;porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.



Recuerda: Todo empieza en tu corazón (: y un corazón quebrantado VALE!

Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.1 Pedro 5:5.